“Llegué a aquel lugar desolado…Solo las ruinas eran testigos mudos de todo lo que allí ocurría.
Me senté en una roca desde donde podía verse un paraje verdaderamente espectacular, esas playas custodiadas por verdes montes, el mar, la brisa fresca que alejaba un olor…como describirlo, un olor a abandono , a suciedad. Esto me hizo despertar de mi deleite y darme cuenta de en donde me encontraba. Entonces se agolparon en mi mente tantas preguntas ¿Cómo podía un lugar tan devastado por el tiempo y su mal uso rodearse de un paisaje tan bello? ¿Cómo podía ser que este paisaje quedará reducido a admirarse desde un caótico y repugnante lugar? ¿Cómo hemos permitido que sitios como este caigan en el más absoluto olvido?
Me apene entonces por este hecho e intente comprender…En ese momento varios coches se detuvieron y de ellos bajaron algunos turistas, que por la expresión de sus rostros esperan hallar aquí un bello mirador que les permitiera disfrutar de unas vistas únicas pero para su sorpresa se encontraron en un lugar maloliente, lleno de basuras de todo tipo (comidas, animales muertos, heces, etc…)
Fue entonces cuando decidí intervenir y reutilizar parte de este espacio , queriendo resaltar su más preciado secreto, “El entorno que lo rodea”, queriendo así ser la primera en reciclar el lugar , haciendo que el espectador repare en las instalaciones de fotografías del paisaje y proponiéndole una reflexión acerca del dialogo entre espacio y entorno”
Un Costado de la vida -
Hace 9 años
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